Uno de los clásicos hitos de las Navidades es el momento de formular nuestros propósitos para el Nuevo Año.
Sorprende esta vez que en los medios de [des]información y memes de WhatsApp apenas encontremos consejos u orientaciones para hacer nuestra lista. En su lugar hay una riada de lúgubres pronósticos para 2021 o expresiones de haber salido exhaustos y derrengados de 2020… ¡y gracias! Todo esto son invitaciones al pesimismo y la inactividad tanto en nuestras vidas como en nuestra sociedad: ¿para qué proponernos adelgazar los consabidos 10 kilos si no podemos ni ir al gimnasio?

Aprovechando este vacío, quiero proponer una forma distinta de formular (y llevar a la práctica) los propósitos de Nuevo Año, que esté en consonancia con el título de este blog: Es la hora de Remontar Construyendo.
Otro tipo de propósitos para el Nuevo Año y errores a evitar
1. Un error común consiste, paradójicamente, en fijarse metas a alcanzar. Me explico. Solemos decirnos «De este año no pasa que aprenda definitivamente inglés» o «Voy a quitarme los diez kilos que me sobran» o «Ahorraré el dinero necesario para cambiar de coche«, etc.
La psicología cognitiva nos enseña además que un sesgo común en nuestra toma de decisiones es el sesgo optimista, es decir la tendencia sistemática a ser demasiado optimistas sobre los beneficios que reportará cualquier acción planeada. De este modo fijamos unos propósitos de Nuevo Año con los que nos vamos a comer el mundo, para al poco tiempo constatar que nos hemos atragantado al primer bocado.
Así nuestro exceso de optimismo nos aboca a jugarnos a cara o cruz el alcanzar esas metas, cuando lo más habitual es que la moneda caiga en cruz.
Por eso el propósito a plantearnos debe ser practicar una tarea para un fin, en vez de fijar una meta. Por ejemplo, no se trata de dominar el inglés sino de comenzar a practicarlo con algo o alguien: ver canales de TV o películas en inglés, webs de intercambio de idiomas con extranjeros, etc. Tampoco se trata de adelgazar X kilos sino de introducir en la vida cotidiana pequeños cambios acumulativos de alimentación, de ejercicio físico, etc.
Es decir los propósitos del Nuevo Año no son fijar objetivos que alcanzaremos o no, sino crear nuevas prácticas que incorporamos a nuestra vida.
2. Nuestros propósitos más eficaces y positivos son los que consisten en crear algo con los demás y para los demás. Desde acordar con un grupo de amigos o conocidos jugar todas las semanas al pádel hasta llegar allí donde nuestros deseos nos lleven. Este tipo de prácticas tiene además ventajas evidentes: el apoyo mutuo nos estimula y enriquece; creamos conexiones entre personas; hacemos algo también por los demás; etc. Asociarse es siempre avanzar.
3. Llevamos los últimos meses -o quizá más- siguiendo instrucciones de otros y contemplando pasivamente peleas de gallos entre políticos y responsables de la cosa pública. ¿Podemos para el Nuevo Año proponernos empezar a hacer algo partiendo de nosotros mismos y de nuestro entorno más cercano? ¿Nos queda todavía ese espacio de iniciativa y creatividad para construir nuevos hábitos, nuevas relaciones, nuevos contenidos, aunque no sepamos de antemano adónde nos van a acabar llevando?
Por último un error habitual es fijarse una fecha (para más adelante) en la que empezar: «Del lunes no pasa que…«, o «El mes que viene empiezo…» o «En cuanto pasen las Navidades…«, etc.
¿Y cómo hacer?
[Cojo prestadas de Seth Godin algunas pistas]
EMPEZAR: «Hoy en día no empezar es muchísimo peor que equivocarse. Si empiezas, tienes la oportunidad de evolucionar y corregir para convertir tu equivocación en un acierto. Si no empiezas nada, nunca tendrás esa oportunidad«
YA: «El mejor momento era el año pasado. El segundo mejor momento es ahora«
CON DECISIÓN: «La cuestión no es si es posible hacerlo. Hoy la pregunta clave es: ¿te decidirás a hacerlo?«
CON VALENTÍA: «Si te asusta, podría ser bueno intentarlo«
CON INICIATIVA: «Es imposible tener una moneda de una sola cara. No puedes tener cara sin tener cruz. La innovación es así, la iniciativa y el arte también. No puedes tener éxito si no estás preparado para el fracaso«
SIN INTERMEDIARIOS: «Imagina un mundo sin intermediarios, sin editores, sin jefes, sin responsables de recursos humanos, sin nadie que te diga lo que no puedes hacer. Si vivieras en ese mundo, ¿Qué harías? Hazlo«
CON LO QUE TENEMOS A MANO: «No pierdas el tiempo buscando un lápiz mejor: aprende a escribir mejor«
SIN MIEDO AL ESFUERZO: «El reto está en centrarse en el trabajo, no en el miedo que te causa hacerlo«
SIN MIEDO AL RESULTADO: «El coste de equivocarse es menor que el coste de no hacer nada«
El próximo post dentro de dos martes, el 19 enero 2021.
Por error hace unos días se «publicó» una versión antigua y no válida de este post. Mis disculpas.